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Archive for diciembre 1998

Como aprendimos a contar.

diciembre 20, 51998 Deja un comentario

El ser humano aprendió a contar mirándose a las manos. De hecho, todavía hoy seguimos recurriendo a los dedos para efectuar esta misma operación… Existen diez números porque poseemos diez dedos… Dedos o dáctilos, que es su verdadero nombre en tanto que derivación de uno de los principales alias de la Diosa solar: Bastalla. El mismo epíteto que fuera adoptado por los moradores de las tierras altas del río Ebro, los primitivos Baztallos de los que serían herededos sus descendientes los Gaztallos o Castellanos, los Baztones o Bazkones, los Baztellos o Vacceos de la Meseta superior, los Baztones o Vetones de la Meseta inferior, los Gaztallanes o Catalanes y, en fin, los Bástulos y Bastetanos de la Bética… Virtualmente, todos los pueblos de Iberia. Y eso por no hablar de las mucho más remotas y no meros ibéricas Biztias o Amazonas…, que habrían de dar nombre a las Vestales+más

Cantabria fue una montaña.

diciembre 13, 51998 Deja un comentario

Si consultan ustedes un diccionario de galés, se encontrarán con que el numeral ciento en esa lengua es la palabra cant. Y si recurren al euskera, verán que en este caso es eun, término sospechosamente afín al de la tierra de Eon o de La Atlántida. Y en las lenguas romances, en fin, nos decantamos por la forma ciento cuyo parentesco con santo es mucho más que una coincidencia…

¿Por qué se nos habla de las cien ciudades de Creta? ¿O de las cien puertas de Tebas? ¿O de las cien puertas de la Torre de Babel? ¿O de las cien fuentes del monte Tómaro?… ocultan la memoria de cien cavidades subterráneas importantes que se abrían en la primera montaña… Aquella Greta = Kreta en la que existía un impresionante laberinto subterráneo… que es el mismo al que también se conoció con los nombres de Troya y de Egipto

La clave de todo este asunto me la ofreció un autor antiguo, Diodoro de Sicilia, al decirnos que había cien puertas en Tebas, en cada una de las cuales vivían doscientos soldados. Lo que quiere decir que no se trataba de puertas sino de galerías subterráneas (pensar en edificios en la Prehistoria remota resultaría aberrante)… Tengo la certeza de que ese auténtico mundo subterráneo que han descubierto los espeleólogos de Edelweis en los Montes de Somo o de Burgos, forma parte del laberinto creado y habitado por la primera Humanidad… +más

En las fuentes del Nilo.

diciembre 6, 51998 Deja un comentario

Las noticias que nos han transmitido los historiadores antiguos… refiriéndose espícíficamente a las polémicas y archibuscadas fuentes del río Nilo, iban a ser las que en las postrimerías del año 1994 me llevasen a identificar a los Montes de Pas = Somo = Luna como la montaña recordada por la Humanidad primitiva como su primera morada…

A tenor de las viejas fuentes históricas, el río Neila -al que más tarde los griegos denominados Neilos, confundiéndolo con el Nilo africano-, nacía en un macizo montañoso, jamás identificado, que respondía al nombre de Montes de la Luna. Macizo en uno de cuyos montes, denominado Mero o Mello, existía una importantísima urbe troglodítica, en buena medida perforadas por sus habitantes, habrían desarrollado su existencia las primeras comunidades humanas…

La ciudad troglodítica del monte Mello que se erguía en las fuentes del Nilo y en la que -afirman los historiadores antiguos- moraban los Atlantes, resulta no ser otra que aquella mítica Amalla en la que Cántabros, Baskos y Castellanos recordaban haber tenido su cuna, siendo esta Amalla… aquella montaña legendaria que tenía cien ojos / cien brazos / cien fuentes / cien puertas… Léase, lisa y llanamente, cien galerías subterráneas. Y de ahí el que fuera amillatun el nombre árabe del número cien, hoy denominado miyatun esta lengua y miya en la swahili. Como nuestro millar (diez veces cien), surgido también de la lengua baska que denomina amar al número diez…

Harto era Castilla pequeño rincón, cuando Amalla era cabeza y Fitero mojón+más